En esa hora maldita

En esa hora maldita

jueves, 11 de diciembre de 2014

No, este no es un cuento de navidad.

No, este no es un cuento de navidad.
Es cierto que la historia sucedió en diciembre. Es verdad que sonaban villancicos por las calles del centro. Sí, yo le pedí a Papa Noel, a los Reyes y quien tuve ocasión que me trajeran a alguien como tú. No negaré que al conocerte me sentí como el niño en el portal, aunque a ratos tuve la impresión de ser el burro que adorna todos los pesebres. Aún me emociono al recordar que cada vez que parpadeabas, sentía la estrella de oriente un poco más cerca de mi corazón, que a cada susurro tuyo, mi alma dolida perdonaba al mundo por sus pecados, que fuiste mi mazapán, mi turrón, mi copa de cava, mi árbol con adornos, mi regalo, mi deseo de paz y amor para todo el mundo.
No, esto no es un relato de navidad, Ni sé cuantos diciembres han pasado desde aquel en que tu casa era un portal lejos de Belen, tú una María lejos de ser virgen y yo un espiritu lejos de ser santo.
Ahora que lo pienso tal vez sí, tal vez fue un cuento de esos que caben en un "felices fiestas" , lleno de buenos deseos lleno de felicidad, rebosante de ese amor eterno que dura unos pocos días.  . Un cuento de esos que acaban bien, hasta cuando acaban mal. Un cuento de navidad. Nuestro cuento.
Feliz Navidad.


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